Cuando se comparten archivos en una red siempre aparecen dificultades de acceso por parte de los usuarios para buscar
aquéllos que necesitan. Si sólo existe un servidor el problema parece menos grave, pero cuando existen diversos servidores de archivos y en distintos lugares se aprecia cualquier ayuda a los usuarios para encontrar los recursos compartidos, al final siempre se gana en tiempo.
El sistema de archivos distribuidos (DFS) se diseñó para evitar este problema y a la vez,
añadir ciertas ventajas como el equilibrio de carga, la tolerancia adicional a fallos y la
conservación del ancho de banda intra-sitios.
DFS oculta la estructura de los archivos compartidos bajo carpetas virtuales, de forma que los usuarios ven una
única estructura contigua de carpetas, cuando en la realidad puedan estar en varios servidores por toda la red.
La ventaja más clara es tener un único punto de acceso a los recursos compartidos de la red.
También permite una organización de los mismos y al mismo tiempo administrar una mejor disponibilidad y tolerancia a errores, con el
añadido de la funcionalidad de equilibrio de carga.
Dfs conforma un conjunto virtual de recursos compartidos de archivos organizado
jerárquicamente, con el que los usuarios sólo necesitan conectarse a un servidor (el de la estructura DFS) para tener acceso a todas las carpetas compartidas,
estén donde estén.
Dfs esconde a los usuarios la estructura real de carpetas, aprovecha el AD para la
replicación y optimización de sitios, usando las réplicas para el equilibrio de carga. Los usuarios recorren los recursos compartidos aislados de los archivos reales, por lo que desconocen la procedencia de los archivos a los que acceden. El administrador
sólo necesita modificar los vínculos, sin necesidad de desconectar los recursos, para que apunten a cualquier otro servidor, de forma totalmente transparente a los usuarios.
Dfs en ningún caso complica la seguridad, sigue manteniéndose NTFS, aún cuando se definen permisos para la
raíz Dfs.
Para acceder a una estructura Dfs es necesario un cliente Dfs, y los hay para windows95/98/me/NTsp3/2000/XP/2003.
Una raíz Dfs puede albergarse en cualquier equipo ejecutando Windows Server (en cualquiera de sus versiones) y en Windows 2000 Server, sea en dominio o de forma independiente.
Apertura de una raíz Dfs
Hemos de crear una raíz Dfs para trabajar con Dfs, para ello podemos seguir al asistente que se nos ofrece en la
siguiente ruta:
Inicio->Programas->Herramientas administrativas->Sistema de archivos distribuidos.
O abrir el Panel de control y pulsar en Herramientas administrativas->Sistema de archivos distribuidos.
Seguidamente elegiremos crear una nueva raíz, con clic derecho sobre Sistema de archivos distribuidos del árbol de la izquierda.
Desde aquí hemos de seguir al 'Wizard' seleccionando las opciones que se nos solicitan, entre ellas: