Nos hemos levantado a las 7:20, preparado el material y sobre las 8:00
el desayuno. Unos problemillas nos han impedido salir antes de las 9.
Por el puente romano y siguiendo las flechas. Lo primero una pista de
tierra perfecta, una de las señales, equivocada, nos ha desvíado a la
derecha y por un complicado sendero empinado y difícil llegamos al lado
de la autovía y con la verja impidiéndonos el paso. Con gran esfuerzo,
tiempo perdido, hemos vuelto al camino correcto.
Por senderos, calzada romana y pistas de tierra ha ido
transcurriendo la etapa. En Lizarra/Estella hemos admirado algunas obras
románicas, por cierto estaban celebrando sus fiestas patronales.
En Irache hemos pasado junto a las famosas bodegas y su fuente del
vino, aunque la cola nos ha impedido tomar nuestro vasito. A pocos
metros, el monasterio de Irache.
Manos a la obra, y buena marcheta en un continuo tobogan (sube-y-baja)
hasta Logroño, tierra de vinos. Allí nos hemos avituallado con la
cerveza rutinaria, grande para ser exactos.
Son las 4 de la tarde y con el ánimo de adelantar un poco de
terreno seguimos las indicaciones y tomamos una vía asfaltada. Al final
es un tramo de autovía con un sufrimiento indecible, por la cuesta
sostenida y por la velocidad de los coches/camiones que nos superaban,
por fin, en una gasolinera nos han indicado como salir y volver al
camino. Via de servicio a Navarrete y luego a Nàjera por pista de tierra
con algunos tramos duros.
Ya Nájera al hotel, ducha, revisión etapa mañana, reserva en Rabé de las calzadas
ya cenar. El hotel San
Fernando, aunque de tres estrellas nos parece flojo. La cena por el
contrario ha estado estupenda, buscando nos hemos encontrado con un
lugar para peregrinos, allí: macarrones, huevos, vino, cerveza y una
charla amigable con la matriarca.Luego al hotel y a dormir, mañana tal
vez sea peor. :-))