No creo necesario comentar que la experiencia compartida ha sido muy
rica, más aún, volveré para hacerlo a pié. Con gran cariño, agradecer la
ayuda de mi amigo Manel, creo sinceramente que sin su inestimable
colaboración esta aventura se hubiera complicado bastante. Coincidir con
Pablo ha sido, además de una alegría, muy gratificante.
Llegamos a Santiago por la tarde, casi las 7. Allí esperandonos,
Manel, la plaza de Obradoiro, la cerveza, Pablo, recogida de
la compostela, la cola de creyentes para besar al Santo, etc... Al
acabar, Manel
nos ha llevado a Monte do Gozo, Pablo con su coche detrás, ducha,
aprovechada por los veteranos para ir cargando de cerveza... Salimos a
cenar,
Gallego p0or supuesto, pulpo con cachelos, zorzas, pimientos del
padrón y Albariño.
Ya por la manaña fuímos de visita a la Catedral y aledaños, compras
para la familia y a Madrid: Shangri-la nos espera.