Nos hemos levantado a las 7:00 de la mañana, impaciencia. La Sra. nos dice que hasta las 8:00 no encontraremos nada abierto, cabezones.
Tantas ganas... En fin nos arreglamos, preparamos las bicis y salimos por el pueblo.
Dando vueltas llegamos a una plaza y aprovechamos para tomarnos unas fotos frente a la Iglesia.
Aún así entablamos conversación con una persona que estaba montando sillas y mesas en la plaza,
muy amablemente nos indica donde podemos tomar un café con leche y algún croisant. No se encuentra muy lejos,
desayunamos y salimos hacia la estación de Renfe, donde se supone que tenemos el kilómetro 0.
No tardamos en encontrar el sitio ideal para iniciar la transpirenaica: la foto da fé.
Salimos con tranquilidad, siguiendo el rutómetro y a Manolo, pero en cuanto llevamos unos 10 minutos ya sabemos que vamos mal,
debemos haber sobrepasado la entrada hacia la izquierda; nos toca volver. Bueno, no hay mal que por bien no venga,
esto ha propiciado nuestro encuentro con tres aragoneses que van a realizar la misma ruta y con los que pasaremos ratos muy agradables en etapas posteriores.
Estos van preparados para la orientación más técnicamente que nosotros, llevan un gps, los planos y el rutómetro.
Encontramos la entrada y después de unos minutos de titubeo con un par de pistas muy parecidas hacemos caso al gps y hallamos la buena.
Encontrado el camino aquéllo empieza a empinarse, Manolo empieza a retorcerse encima de la bici, Pep aprovecha y se detiene para hacer sus necesidades,
yo le hago la foto a Manolete y los compañeros aragoneses se ven allá en lo alto, ya no los veremos hasta el final de la etapa.
La ruta se convierte en un continuo sube-baja, lo que consigue poner nuestras piernas al límite de carga.
Vamos cambiando de pistas para llegar a Espolla, donde aprovechamos para tomar una cerveza y unas almendras lo que agradecen nuestros estomagos.
Manolo y Pep repostan agua de la fuente, yo no estoy bebiendo en demasia, el cuerpo aguanta y no tengo, por otra parte ningún deseo de coger agua de fuentes
por el camino, sólo de agua mineral; lo siento, nunca se sabe y no deseo que ningún imprevisto estomacal me derribe y no me permita realizar mi sueño.
Hasta nuestra llegada a Espolla hemos ido viendo la Ermita de Sant Silvestre de la Valleta s.XIII - y que hemos visitado-, Villamaniscle,
San Quirze de Colera y Rabòs d'Empordà. Después seguimos por Villartolí, Cantallops, Agullana y llegamos a Darnius.
Aquí hemos ido bajando hacia el embalse y luego subido un collado que se nos ha atragantado, bastante.
Durante la bajada hacia Sant Llorenç de Muga he dado con mis huesos en el suelo.
La pista es una bajada pronunciada en algunos de sus tramos y además el agua ha dejado la huella de su paso, con grietas que en algunos sitios eran profundas,
y vaya! cogí la parte de pista equivocada y con demasiada velocidad, así que terminé en el suelo. En fin, el orgullo estaba más herido que los daños reales.
Comienza a ser tarde, según nuestros cálculos debíamos estar en Albanyà buscando alojamiento. Son las 15:30 horas y estamos en St. Llorenç de Muga,
encontramos un restaurante cerca de la plaza del pueblo donde se nos trata maravillosamente. Al final, Miguel el propietario del restaurante nos facilita
el alojamiento en una casa rural en la misma carretera hacia Albanyà. Así que después de la comida y con el cielo amenazante salimos disparados en busca
del caserío.
Participantes: Juansa, Manolo i Pep.
Fechas: 11-27 de agosto de 2007
Etapes: 16 ≅ 1012 Km.
Etapa 1: 12 de agosto. Llançà-Albanyà ≅ 75 km
En la salida de St. Llorenç hemos visto a los aragoneses en un camping, les devolvemos el saludo y seguimos a todo trapo, comienzan a caer las primeras gotas. Lo hemos tenido justo, llegar a la casa y caer un chaparrón de miedo. Nuestra idea era ir a cenar al pueblo, pero con este tiempo al final nos quedamos en la casa, y aprovechando la cercanía de la Iglesia de Santa María de Palau y que el propietario de la casa rural tenía la llave, la visitamos antes de cenar y irnos a acostar.
La etapa ha sido complicada por la dificultad de orientación, debido a los múltiples cruces de caminos, aunque Manolo, después de un inicio dudoso, se ha mostrado seguro y excelente interpretando el libro de ruta. En principio era una etapa fácil y ha resultado mucho más dura de lo que esperabamos, y la hemos terminado bastante tarde.